miércoles, 18 de abril de 2018

SENTADOS EN EL BORDE DEL INFINITO





Por si no lo saben de eso está hecha la vida,
Sólo de momentos;
No te pierdas el ahora.
Si pudiera volver a vivir comenzaría
a andar descalzo a principios de la primavera
y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita
Contemplaría más amaneceres
Y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero, ya ven, tengo 85 años
y sé que me estoy muriendo....
(Extracto poesía “instantes”)


EL TIEMPO COMO “ALGO” NO EXISTE.

Lo que llamamos tiempo es sólo una percepción humana relacional…
Es simplemente una regla de conteo uniforme a la cual sometemos las percepciones veloces que vamos percibiendo, y por esa razón he definido al tiempo como “el flujo de las percepciones sujetas a un patrón rítmico” (Ver ¿Existe el tiempo?)
Sin embargo, mi maestro Parménides es un preceptor severo que constantemente se pasea a mi alrededor mientras escribo, golpeándome los dedos con un puntero de pizarrón cada vez que olvido un principio que me susurra constantemente en la oreja: “El SER es y el NO SER no es”.
La idea de flujo de consciencia es muy absorbente. Cuesta desprenderse de la sensación de devenir y de la transformación de la realidad por el paso del tiempo.

 Por ello se requiere un cierto esfuerzo para comprender lo que expondré a continuación:

NO HAY TRANSCURSO NI MOVIMIENTOS TEMPORALES, SÓLO MOMENTOS.

Cada evento de consciencia es eterno, o más bien dicho, atemporal, ya que la temporalidad implica proceso y cambio.
En el Parméneon (TODO consciente) no existe movimiento ni trasformación. 
Por ello el evento de consciencia que experimenta usted como observador de su universo personal es siempre el último y no existe continuidad de un evento a otro. El Observador “no salta” de evento en evento.
El evento de consciencia que experimenta el Observador es el único posible para ese Observador y es el que ocurre en ESTE instante.
Por lo tanto, hay tantos Observadores Humanos como eventos de consciencia o momentos, constituyan la vida de ese ser humano. 


PREGUNTAS ALGO EXTRAÑAS

Esta es una idea difícil de digerir, así que para ello tengo que hacerle unas preguntas:
  • ¿Se percata que toda su historia de vida se resume en este instante?
  • ¿Existe el rato de recién, el día de ayer, su historia de vida?
  • ¿Existe el rato de recién donde formulé la primera pregunta? ¿O es ahora un pasado reciente? Y si lo es ¿Dónde está o adónde se ha ido?
  • Cuarta pregunta: Dado que el cerebro es otra creación de la percepción ¿Dónde almacenamos el pasado?

Para responder a estas preguntas debemos recordar que de acuerdo al Maestro Parménides el SER no puede NO SER, por lo tanto, los eventos de consciencia no desaparecen… Son eternos e irrepetibles. 

Los eventos de consciencia ya pasados que no son los de ESTE INSTANTE, dejan constancia de su precedente existencia en este evento actual como un dato histórico de su vida. 
Coincidiendo con Parménides, cada evento de consciencia “ES” y será por siempre, por lo tanto, si bien puede aparecer como un nebuloso pasado reciente, existe y existirá por siempre como evento actual en alguna parte del Parméneon (la totalidad consciente) y tiene su propio Observador asociado.

Vivimos en un eterno último minuto de consciencia.
El instante de percepción consciente que usted experimenta en ESTE MOMENTO, es eternamente final o en un concepto más simple, atemporal.

Lo anterior es análogo a los fotogramas de una película: no hay transición entre un fotograma y otro. Cada uno es independiente y si detenemos la película del de su historia personal y congelamos la escena, lo que tenemos es esa escena, más todo el recuento en la memoria de los fotogramas pasados.


Ej. Imagine que está leyendo una novela y de repente se detiene en un punto aparte y rememora lo que ha leído. En un sólo instante usted evoca una sensación de comprensión que no tiene nada que ver con el acto de repasar nuevamente, frase a frase, el avance en la lectura.



EL EVENTO FINAL DE UNA HISTORIA DE VIDA


El evento de consciencia que resume la vida de un Observador humano es aquel último que retiene antes de apagarse su Universo personal, ya sea, que corresponda a su último evento consciente esta noche al quedarse dormido, al perder el conocimiento, al experimentar la ilusión de morir.

La mejor forma de comprender que solo somos eventos de consciencia es imaginarse que está a punto de morir de viejo:
·         ¿Qué fue su vida?
·         ¿Qué le ha pertenecido, ganado, sufrido o perdido sino sólo lo que le da ese último instante?

En conclusión:

ESTAMOS SENTADOS SIEMPRE EN EL BORDE DEL INFINITO...

No puedo explicar claramente que significa esa última frase, tal vez estas palabras del Don juan de la genial novela de Castaneda no ayuden un poco:


¿Sabes que en este mismo instante estás rodeado por la eternidad? ¿Y sabes que puedes usar esa eternidad, si así lo deseas? ¿Sabes que puedes extenderte hasta el infinito? ¿Sabes que un momento puede convertirse en la eternidad?
Castaneda. Relatos de Poder




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