jueves, 12 de abril de 2018

EL MISTERIO DE LOS SUEÑOS


“La vida y el sueño son hojas de uno y el mismo libro. La lectura conexa es la vida real. Pero cuando las horas de lectura (el día) han llegado a su fin y comienza el tiempo de descanso, con frecuencia hojeamos ociosos y abrimos una página aquí o allá, sin orden ni concierto: a veces es una hoja ya leída, otras veces una aún desconocida, pero siempre del mismo libro..” (Schopenhauer)


¿QUÉ SON LOS SUEÑOS?

Así como la consciencia, los sueños son uno de los fenómenos más ignorado por la ciencia y por ello, muy difícil de explicar. Las neurociencias y hasta la etología, han tratado de dar una justificación a su aparente inutilidad, con argumentos que llegan a dar vergüenza por lo patéticos (limpieza mental nocturna, mecanismo de defensa mediante las pesadillas, etc.).
Al menos, los científicos con bastante modestia, reconocen que son hipótesis lanzadas al aire, y que no tiene idea en realidad de su causa y función.

TODOS SOÑAMOS. 

Hay personas que no tiene la facilidad para recordar sus sueños, pero es un hecho probado a nivel de neurociencia que todo ser humano sueña y eso hace más intrigante el fenómeno.

SUEÑOS VÍVIDOS

Son aquellos que son indistinguibles de la realidad. Tienen las siguientes características:

• Se experimenta todo el repertorio de estímulos sensoriales: los 5 sentidos, exteriocepción y propiocepción, equilibrio, nauseas, dolores.
• No se tiene consciencia en el transcurso que se trata de un sueño.
• El sueño respeta las leyes físicas de nuestro universo: tiempo lineal, sucesión de eventos, gravedad, etc.
• No se puede influir en el sueño
• No se sabe lo que piensan los otros protagonistas
• No se conoce el desenlace de los acontecimientos.
• En este caso, se trata de un sueño no estrambótico, es decir no hay sucesos fantásticos o reñidos con la realidad (hay también sueños vívidos estrambóticos).
Lo lamentable de los sueños vívidos, que serían el equivalente a la experiencia de la vigilia, en cuanto a calidad de resolución de los estados mentales involucrados, es que se olvidan rápidamente, y tras un tiempo corto (algunos minutos u horas), sólo se recuerda el hecho del sueño vívido, la impresión que causó y algunas imágenes y trazos del argumento del sueño.

Francisco Mora, neurocientifico, ratifica lo anterior al señalar la equivalencia de procesos cerebrales que existe entre la vigilia y el sueño REM.
“ En este último periodo del sueño (sueño REM) algunas partes de la corteza cerebral, como la corteza cingulada anterior, la corteza prefrontal orbitaria y el núcleo central de la amígdala, se reactivan a niveles iguales o superiores a los que existen durante el periodo de vigilia...”

Entonces, si no fuese por el hecho que el soñante despierta en algún momento:
¿Cómo podemos distinguir este sueño de la realidad?
No se puede. De acuerdo a la Neurometafísica, no hay diferencias constitutivas. El material con el que se fabrican los sueños son los mismos con que se fabrica la realidad cotidiana.



VIGILIA Y SUEÑO… EL CAMBIO DE ACTORES

He denominado a los sueños “realidades precedentes”, para diferenciarla de la vigilia (este instante) al que podríamos llamar “realidad actual o vigilia”, el cual será, a su vez, “precedente” de otra realidad, a la que entraremos a la noche, al soñar.
Una vez sostuve el siguiente dialogo, al término de una charla:
“— ¡No puedes comparar los sueños con la vigilia!
— ¿Por qué no?
— Porque los sueños sólo existen dentro de la cabeza, son puramente mentales.
— ¿Y acaso este momento, no es igual mental y dentro de la cabeza?..”

Los sueños y la vigilia comparten el mismo escenario… Y ese escenario esta hecho de lo mismo: “sustancia mental”, si se quiere.
Al llegar la noche, sólo se produce un cambio de actores y un cambio de escenografía. Dicen los neurólogos que se producen hasta 7 cambios de escenario en una noche, y nosotros apenas somos capaces de recordar algunos retazos, que al mezclarlos, se nos presentan como sueños estrambóticos o extraños.
El último argumento que se me da contra la realidad del sueño es que los sueños son sólo creaciones cerebrales, en cambio la vigilia, si bien igual es un mundo mental, es creada por estímulos “externos reales”, más allá de las cosas que el cerebro puede fabricar ingeniosamente en las noches.
El problema de esta última contra argumentación es que si es cierto que “TODO” LO QUE PERCIBIMOS ES MENTAL (de acuerdo a la ciencia), eso abarca también al cerebro (¿o lo dejamos fuera de la palabra “Todo”?)… Si el cerebro es sólo otra percepción, otra imagen mental, no más relevante que el sonido del viento o el color rojo… No puede ser el causante de los sueños
¿De dónde vienen entonces estas fantásticas y extrañas historias de vida?
Nadie lo sabe con certeza, como tampoco sabemos de dónde viene lo que estamos percibiendo en este momento.

UNA EXPLICACIÓN Y UNA LEVE INQUIETUD
Podemos ahora elaborar una explicación de por qué existen los sueños.
Simplemente, nos permiten darnos cuentas que no somos una realidad univoca, una sola historia que se acaba con la ilusión de muerte… Los sueños nos permiten atisbar otros universos y saber de nuestra existencia en ellos como seres tan validos ontológicamente como lo somos aquí.
A veces pienso que es una bendición creer que estas “realidades precedentes” son sólo sueños…
Tener la absoluta certeza perceptiva que, al llegar la noche, se va a presentar otro mundo, del cual lo ignoramos todo, y que esta maravillosa realidad vigílica, se desvanecerá como polvo en el viento; que ni siquiera recordaremos quiénes éramos antes de dormirnos (salvo sueños lucidos), y que nos veremos enfrentados a percepciones de realidades hostiles, misteriosas o a lo menos desconocidas, no es una idea que ayude a conciliar el sueño a nadie…
El sueño es un misterio, a veces aterrador como las pesadillas, pero es la única certeza de saber que no estamos solos y destinados a la extinción una vez que acabe nuestro universo personal de este momento, que sólo dura… este día.



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