lunes, 7 de noviembre de 2016

¿QUÉ ES LO REAL....?








En el primer episodio de la saga de la Película Mátrix, se da un interesante diálogo entre Neo y Morpheus, cuando en una simulación virtual, Neo acaricia un sillón y le pregunta a Morpheus si acaso ese sillón es real.

Morpheus le responde lo siguiente:   “¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando acerca de lo que tú puedes sentir, lo que puedes oler, gustar y ver, entonces lo real es simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro…” [1]  

    [1] Morpheus: "What is real?  How do you define real?  If you are talking about what you can feel, what you can smell, what you can taste and see, then real is simply electrical signals interpreted by your brain."


Lo importante de esta escena es que Neo “acaricia el sillón”, por eso duda de que tal mueble sea una simulación informática.    Para nosotros el tacto es el sentido más confiable: la vista o el oído nos puede engañar ,pero no el tacto.   Sin embargo, de acuerdo a lo que le plantea Morpheus, por lo demás ratificado por la Neurociencia moderna, ese sillón no es real , en el sentido en que ilusamente lo creemos, sino que es el resultado de un procesamiento bioélectrico y el tacto no escapa a esta situación.
Entonces, podemos construir un axioma: 
“Todo lo que toco o veo es una imagen en mi cerebro”.

Por favor, examinen las consecuencias tremendas de esta aseveración: si veo y toco un sillón, no es real sino que mental.
Si toco mis manos, no son reales, son mentales.
Si toco mi cabeza, no es real es un producto mental.
Pero ¿se dan cuenta? Si mi cabeza es un producto mental, no es el origen de mi actividad mental sino que un resultado, un producto... No es el mecanismo que genera la realidad mental.
No es mi cabeza, entonces (la que tengo sobre los hombros), la que alberga mis recuerdos, genera mis pensamientos o interpreta los estímulos que llegan a ella para construir este universo de señales bioeléctricas. 
Entonces si mi cabeza, y de paso mi cerebro (otro producto mental) a los que consideraba la   gran máquina procesadora de estímulos externos y la generadora de todo mi mundo mental, es simplemente un elemento más de ese mundo ¿Dónde se generan en realidad mis pensamientos? ¿De dónde viene mis recuerdos?  ¿Qué es entonces lo que arma el mundo que conozco, (que es totalmente mental), incluido los cerros, los perros, mis amigos, las ciudades, el planeta, las estrellas, y mi propio cuerpo y cabeza ya que son parte de este universo mental?
Aunque cueste aceptarlo, en el mismo escenario donde se fabrican los sueños, se fabrica lo que llamamos “realidad”... y con los mismos elementos.

Reflexionar sobre esto y lograr que esta evidencia nos impacte, es el principio para comprender el paradigma neurometafísico.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

En búsqueda de una explicación final


Toda explicación que pretenda ser final debe reunir a lo menos tres condiciones:
Destruir la explicación, al explicador y el deseo de explicar"

(Introducción a la Neurometafísica)




Si analizamos cualquier explicación, siempre nos daremos cuenta que ofrece más de lo que puede dar. Una explicación siempre es incompleta, siempre referirá a otra explicación y a otra, y a otra, hasta que llegamos al punto de un callejón sin salida,
Nuestro conocimiento es como una isla cuyas orillas están rodeadas del océano de lo ignorado.
La Neurometafísica es el primer intento de una explicación final...
¿Y cómo llega a un explicación final?
 Pues destruyendo a la explicación... No hay otra forma,
 La Neurometafísica postula que todas las explicaciones son validas y a la vez son inválidas  porque todas ellas siempre particulares, validas en un momento y lugar, y luego dejan de serlo en otro instante y lugar.
¿Por qué se produce esto?
Porque toda  explicación tiene la soberbia de ser total  y no asume que es emitida en una instante particular y por  un individuo particular y jamás podrá contener la totalidad del conocimiento porque iempre es un acotado e infimo subconjunto
Luego toda explicación es relativa, Es el correcto encaje de todos lo datos con que se cuenta en un instante. Si ese encaje es perfecto tenemos una explicación satisfactoria, pero sólo para ese conjunto de datos y en ese exclusivo instante, por ello dejará de serlo tan pronto aparezca un nuevo dato que rompa ese perfecto encaje. Entonces podemos apreciar que la explicación no sólo es incompleta en relación al universo de los datos, sino que también al instante en que una cierta cantidad de datos pueden armar un encaje.
Ptolomeo daba una correcta explicación de los movimientos celestes mediante su teoría geocéntrica, pues para los datos con que contaba  Ptolomeo, la explicación de los movimientos de los cuerpos celestes teniendo como centro a la Tierra, le permitía un encaje correcto y satisfactorio.
Lo propio respecto a Copérnico: el subconjutno de datos que poseía encajaban en una teoría en que el centro del universo conocido no era la tierra sin que el sol.
Para la Neurometafisica la necesidad de explicar  es un fenómeno que solo se da en la particularidad, no existe ni es necesaria en la totalidad. Por eso si fuésemos el TODO ni siquiera existiría el concepto.
Luego una explicación final tiene que destruir al concepto de explicación y al explicador , y ambos se destruyen al comprender que el explicar no es algo objetivo, sino que el arreglo de los elementos de un subconjunto de elementos, una buena ordenación de los mismos si se quiere. Pero no puede pretender validez universal ni permanencia.
Finalmente una explicación final destruye el deseo de explicar, ya que en el TODO existen desde siempre todos los infinitos arreglos posibles de subconjuntos  de información, luego un individuo, no busca voluntariamente explicaciones, estas "suceden", se le presentan, de la misma manera como cuando uno lee una novela en primera persona y de pronto aparece la explicación de un hecho. No fue un acto voluntario, esa novela, ya tenía prevista esa explicación, y las novelas de vids en el todo son infinitas, luego todas las explicaciones, todas, son en algún instante válidas, como también son inválidas en otro.
Como decía muy bien un filósofo de las ciencias: " la verdad científica de hoy es la mentira o el error de mañana"  .
Así que disfrutemos hoy de la coherencia de nuestros escasos  datos actuales a los cuales les llamamos hoy una buena explicación, porque mañana será un error o una falsedad.